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11 December 2009

España estudia más las diferencias de género en Salud pero aún está lejos de los países más avanzados

Las mujeres que trabajan fuera de casa tienen mejor estado de salud que las que lo hacen a tiempo completo como amas de casa. Aparte de independencia económica, el empleo aporta oportunidades para desarrollar la autoestima, confianza, menos aislamiento,…Por eso la crisis actual puede perjudicar a muchas mujeres que se han quedado o van a quedar sin empleo. Además la crisis actual podría estar acentuando las desigualdades que las mujeres sufren en el medio laboral, ya que éstas suelen soportar una tasa de paro más alta que los hombres y una mayor proporción de contratos laborales temporales y precarios.
Las desigualdades de género son el objeto principal de análisis del Encuentro RANM con la Salud de la Mujer en Tiempos de Crisis, organizado por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) en colaboración con el Instituto Novartis de Comunicación en Biomedicina. Esta jornada es la tercera y última de este año tras las dedicadas a la Salud Ambiental y la Salud del Inmigrante, en marzo y junio respectivamente. Dirigidas a medios de comunicación, buscan difundir información, actualizar conocimientos y compartir un día de reflexión y debate sobre asuntos de claro interés social. "Esta iniciativa responde a un objetivo común a las dos partes de fomentar todos aquellos aspectos relacionados con las Ciencias de la Salud y la Medicina, y de facilitar el acercamiento y la colaboración entre investigadores y comunicadores", explica el profesor Manuel Díaz-Rubio, presidente de la RANM.
El Encuentro ha contado con la participación de la profesora María del Carmen Maroto, catedrática de de Microbiología y Parasitología de la Universidad de Granada y Académica de Número, que ha analizado la situación de La mujer en la investigación y en el mundo académico; la profesora Carme Borrell, de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, que ha explicado las consecuencias que puede tener para la salud la desigualdad por género y clase social; y la periodista y escritora Pilar Cernuda, que ha descrito la imagen de La mujer en el escaparate de los medios de comunicación.

-Trabajo en tiempos de crisis
La profesora Borrell es precisamente una de las autoras de un estudio basado en datos de la Encuesta de Salud de Cataluña que demostró que el efecto del paro en la salud depende en gran medida de los roles familiares y es diferente según el género y la clase social. Se sabe que mientras que el impacto negativo en las personas solteras es similar en hombres y mujeres y depende de si reciben o no prestaciones de desempleo, entre las casadas el paro tiene un efecto menor en las mujeres y el colectivo más afectado es el de los hombres desempleados de clases más desfavorecidas, principales proveedores de los recursos económicos del hogar, que probablemente sufren una mayor tensión a causa de las dificultades económicas.
Varios estudios han aportado la evidencia de que el empleo tiene efectos beneficiosos sobre la salud de las mujeres solteras pero no tanto sobre la de las casadas. También se ha visto que entre las madres estos beneficios se limitan a las que trabajan a tiempo parcial y que cuando la carga de trabajo total es elevada, combinar laboral y familiar puede llegar a perjudicar la salud.

-La mujer en el mundo académico
En 1920 la mitad de las mujeres españolas eran analfabetas. En el siglo XXI, en cambio, más de la mitad de los alumnos universitarios son mujeres. Tomando como ejemplo la Universidad de Granada, que actualmente tiene 45.000 alumnos, la profesora Maroto destaca el cambio experimentado. "Ahora mismo en esta universidad ya siete de cada diez estudiantes de Medicina son mujeres. Eso a la fuerza transformará el panorama en este sector y en un futuro cercano habrá muchas más mujeres ocupando cargos y asumiendo responsabilidades que ahora tienen los hombres. En los proyectos de excelencia en investigación la presencia de mujeres no ha parado de crecer, pasando del 17% en el año 2005 a un 20% en el 2007 y a un 35% este año".
En las Reales Academias Nacionales, la presencia de mujeres es muy reducida: la de Farmacia está a la cabeza con cinco; en la de Jurisprudencia no hay ninguna. Las de Medicina, Ciencias, Bellas Artes y Morales y Políticas cuentan con muy pocas mujeres "En el caso de Medicina, tanto a nivel nacional como regional, es una proporción pequeña que contrasta con la feminización creciente en este ámbito", explica la profesora Maroto.
Sin embargo, esta mujer, la única Académica de Número de la RANM y la actual presidenta de la Real Academia de Medicina de Andalucía Oriental, no es partidaria de las cuotas en el ámbito académico. "Debemos tener los mismos derechos y obligaciones, pero no por cuestión de sexo sino por valía profesional y curriculum. Es una cuestión de neuronas, no de hormonas". Sin embargo, manifiesta su convicción de que es preciso promocionar mucho más el trabajo que están realizando las mujeres en la universidad y ayudarlas a que se formen.
Recientemente la Comisión Europea hizo públicas las conclusiones del informe She Figures 2009 sobre la estado de las científicas en Europa. El resultado es que sólo el 30% de los científicos europeos es mujer y además cobran menos por realizar la misma labor investigadora que los hombres.

-Salud de la mujer
El ictus, el cáncer y los accidentes de tráfico son los tres principales enemigos de la salud de la mujer en España. Otras amenazas para su bienestar son el sedentarismo, la obesidad, los trastornos de alimentación, el alcohol y el tabaco. En nuestro país ellas tienen más esperanza de vida que ellos y eso conlleva un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como la osteoporosis o el Alzheimer. Además aunque viven más, suelen presentar un estado de salud peor que el de los hombres.
Tras muchos de años de investigar en varones y aplicar los resultados en mujeres, la situación está cambiando. En esta década ha aumentado el interés por estudiar y corregir las desigualdades de género. Ejemplo de ello han sido iniciativas como la creación de un Grupo de Género y Salud Pública en el seno de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) o más recientemente la puesta en marcha de la Red Temática Investigación de Salud y Género (RISG). En 2004 se creó en España el Observatorio de Salud de la Mujer para introducir la perspectiva de género en las políticas de salud y promover actuaciones específicas encaminadas a conseguir la igualdad entre hombres y mujeres en este ámbito. "Esto es lo ideal pero luego la realidad demuestra que llevarlo a la práctica es muy complicado", comenta la profesora Borrell.
Esta experta aclara que, aunque lejos de los países más avanzados, España cada vez investiga más incluyendo la perspectiva de género. Se trata, según los especialistas, de saber que aparte de los factores puramente biológicos, es decir de las diferencias genéticas, hormonales o metabólicas, existen otros elementos que deben ser tenidos en cuenta y que son esas diferencias que se construyen socialmente por el hecho de haber nacido mujer u hombre. "Desde el Ministerio de Sanidad y Política Social hay voluntad por avanzar pero también es verdad que se requiere más presupuesto para investigar temas sociales, de género, clase, etc. En cualquier caso, los avances se incorporan poco a poco y debe incorporarlos la sociedad en su conjunto y ahí entran los medios de comunicación, la televisión, los juguetes con los que los niños se divierten,… Porque al final es la sociedad la que genera que las mujeres tengan unos roles determinados, unos poderes u otros, y todo esto tiene su efecto sobre la salud".

-Políticas sanitarias
En el último informe (noviembre de 2009) de la OMS sobre mujeres y salud, esta organización destacó la necesidad de emprender acciones urgentes no sólo desde el sector sanitario, sino también desde otras áreas para mejorar la salud y la vida de las mujeres y niñas de todo el mundo. A diferencia de los países nórdicos, en España aún es preciso seguir insistiendo en la importancia de replantear políticas sociales y sanitarias para lograr, por ejemplo, una efectiva conciliación de la vida laboral y familiar entre mujeres en términos de igualdad con los hombres.
Los trabajos realizados hasta ahora demuestran que aún hay una falta de sensibilidad de género en las políticas sanitarias, en concreto en los planes de salud, con desigualdades significativas entre comunidades autónomas. Incluso en aquellas con más sensibilidad la implantación práctica es escasa. Un estudio firmado, entre otros especialistas, por la profesora Borrell analizó hace unos años 13 planes de salud para comprobar el grado de sensibilidad de género. "El resultado fue que los planes apenas tenían en cuenta la existencia del género como categoría y tampoco abundaba el desarrollo de acciones para aminorar las desigualdades", explica.

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